English
The No Cold War collective stands in firm opposition to the illegal embargo of Venezuela, the sanctions policy, and the military aggression already faced by Venezuela through the armada and the attack on small boats. We believe that this aggression in the Caribbean has nothing to do with human rights or democracy. The United States has tried to overthrow the government of Venezuela since the Bolivarian process passed the Hydrocarbons Law in 2001, which increased taxation on oil extraction for transnational companies and mandated a minimum state participation of 51% in ‘mixed companies’ for private partners. The first coup against the Bolivarian process was in 2002, not even a year after the Hydrocarbons Law was passed. This attack on Venezuela is about oil. It always was about oil. And it always will be about oil. The United States government is trying to use its financial and military instruments to overthrow the Venezuelan government not for the Venezuelan people but for the US oil companies.
In the US National Security Strategy 2025, the administration of President Donald Trump made it clear that his government would now focus attention on the Western Hemisphere so that the US can restore its dominance in the region. It has evoked the 1823 Monroe Doctrine with a Trump Corollary – namely to enforce the Doctrine with armed will – to suggest that the US has licence to do what it wants in this region. But, in fact, the Monroe Doctrine is not international law; international law, namely rooted in the United Nations Charter, prevents any attack without a UN Security Council resolution. If the US does attack Venezuela, then that is a violation of international law and would immediately constitute a war crime (in the same way as the US illegal war on Iraq in 2003 was a war crime).
The United States has been at war with Venezuela since 2002, when it participated in a failed coup against President Hugo Chávez. For almost a quarter of a century, the United States has been trying to overthrow not only the government in Venezuela but the Bolivarian process that seeks to enhance the sovereignty of the country and the dignity of the Venezuelan people.
We call upon the world’s people to stand with the Venezuelan people against this aggression by the United States and its allies in Latin America and the Caribbean as well as Europe. The world must not allow such aggression to continue.
Español (Spanish)
Declaración de No Cold War sobre la agresión de Estados Unidos contra Venezuela
El colectivo No Cold War se opone firmemente al embargo ilegal de Venezuela, a la política de sanciones y a la agresión militar que viene sufriendo Venezuela a través de la armada estadounidense y el ataque a pequeñas embarcaciones. Creemos que esta agresión en el Caribe no tiene nada que ver con los derechos humanos ni con la democracia. Estados Unidos ha intentado derrocar al Gobierno de Venezuela desde que el proceso bolivariano aprobó la Ley de Hidrocarburos en 2001, que aumentó los impuestos sobre la extracción de petróleo para las empresas transnacionales y estableció una participación estatal mínima del 51 % en las «empresas mixtas» para los socios privados. El primer golpe de Estado contra el proceso bolivariano se produjo en 2002, ni siquiera un año después de la aprobación de la Ley de Hidrocarburos. Este ataque a Venezuela tiene que ver con el petróleo. Siempre ha tenido que ver con el petróleo. Y siempre tendrá que ver con el petróleo. El Gobierno de Estados Unidos está tratando de utilizar sus instrumentos financieros y militares para derrocar al Gobierno venezolano, no por el pueblo venezolano, sino por las empresas petroleras estadounidenses.
En la Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos para 2025, la administración del presidente Donald Trump dejó claro que su Gobierno centraría ahora su atención en el hemisferio occidental para que Estados Unidos pudiera restaurar su dominio en la región. Ha evocado la Doctrina Monroe de 1823 con un corolario de Trump, es decir, hacer cumplir la Doctrina con la fuerza armada, para sugerir que Estados Unidos tiene licencia para hacer lo que quiera en esta región. Pero, de hecho, la Doctrina Monroe no es derecho internacional; el derecho internacional, basado en la Carta de las Naciones Unidas, impide cualquier ataque sin una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Si Estados Unidos ataca a Venezuela, eso constituiría una violación del derecho internacional y se consideraría inmediatamente un crimen de guerra (al igual que la guerra ilegal de Estados Unidos contra Irak en 2003 fue un crimen de guerra).
Estados Unidos está en guerra con Venezuela desde 2002, cuando participó en un golpe de Estado fallido contra el presidente Hugo Chávez. Durante casi un cuarto de siglo, Estados Unidos ha intentado derrocar no solo al Gobierno de Venezuela, sino también al proceso revolucionario bolivariano que busca defender la soberanía del país y la dignidad del pueblo venezolano.
Hacemos un llamamiento a los pueblos del mundo para que se unan al pueblo venezolano contra esta agresión de Estados Unidos y sus aliados en América Latina y el Caribe, así como en Europa. El mundo no debe permitir que continúe esta agresión.
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